El miedo escénico es algo muy real. Por supuesto, algunas personas nacieron para subir al escenario con mucha naturalidad. Si no eres una de esas personas, pararte allí, puede ser una de las cosas más aterradoras del mundo.
La sensación de miedo escénico se apodera de todo tú cuerpo. Tus rodillas se debilitan. Puedes comenzar a sentir mucho frío o mucho calor, quizás ambos a la vez. Tus palmas se ponen sudorosas y se te hace difícil pensar. Todo se convierte en niebla por un momento.
Pero, a menudo, si simplemente te liberas, das el salto, te metes de lleno, o como mejor prefieras la expresión, esa sensación terrible se reemplaza con pura adrenalina.
Para una joven madre de tres hijos, esto fue exactamente lo que sucedió.
Sian Pattison nunca esperó pisar un escenario tan grande como el de Factor X. A los 31 años, pensó que estaba contenta siendo una madre amorosa y una mujer profesional. Sin embargo, una de sus hijas vio más allá de eso y supo que había un fuego que ardía intensamente en lo profundo de su madre.
Entonces, su hija pequeña a espaldas de ella, presentó una solicitud para el programa.
A partir de ese momento, no quedó más alternativa. Sian tuvo que subir al escenario y ver qué pasaba.
Cuando ella sube al escenario, puedes ver que sus piernas están un poco temblorosas. Está tan asustada de recibir una mala crítica de los jueces frente al público que está sentado detrás de ellos.
En lo que comienza a cantar, el miedo de esta madre, se hace realidad.
Simón, levanta la mano para detener la música después de unos pocos segundos de canción. Cuando la cámara enfoca a la hija, su mirada temerosa es suficiente para derretir tu corazón.
Pero no es la voz lo que no le gusta a Simón, sino la canción.
Le pide a Sian que cante una canción diferente, de la cual no esté preparada en lo absoluto, y le dice que lo haga con toda la emoción que tenga.
Después de algunos inconvenientes al comienzo de la canción completamente nueva, ella está lista. Los nervios se transforman en alegría y confianza. Canta con todo su corazón.
¿Te imaginas cantar, sin tener el tiempo de prepararte para esto, frente a una multitud tan grande? Eso es tener verdaderas agallas.
La actuación fue tan conmovedora, que al final, todos tienen lágrimas en los ojos. Madre e hija desbordadas de emoción.
Es algo tan maravilloso lo que esta dulce niña hizo por su madre. ¡Ella le ha dado el regalo de la confianza! Ahora Sian jamás tendrá que preguntarse si fracasará o tendrá éxito en otra situación como esta más nunca.
¿Qué te pareció esta actuación?
La mejor parte es cuando la hija de Sian sube al escenario para darle un gran abrazo.
Por favor COMPARTE esto con tus familiares y amigos.
